El ser humano es un ser social por naturaleza y para que esa
socialización de la que hablamos sea óptima, es necesaria la comunicación.
El proceso de adquisición del lenguaje es un proceso escalonado e
ininterrumpido, hay diferentes etapas por las que se pasa antes de llegar al
final (en torno a los diez o doce años). Tanto desde la familia como desde el
ámbito escolar, se debe trabajar para conseguir un correcto desarrollo por
parte de los alumnos en lo que a lenguaje oral se refiere.
Lo que a continuación expongo se basa en el trabajo del lenguaje
oral desde el ámbito escolar, partiendo de una estrategia de intervención
diseñada para ello.
Uno de los días en los que asisto al aula para dar mi clase me
encuentro con un conflicto que ha surgido en una clase anterior.
A continuación expongo lo ocurrido:
Un lunes a primera hora de la mañana los alumnos y alumnas de
quinto de primaria tienen un examen de la asignatura sciencie con el profesor,
se colocan por riguroso orden tal y como lo hacen siempre que tienen este tipo
de pruebas y se disponen a comenzar…todo transcurre con normalidad, bueno, tal
y como pasa siempre, el maestro debe mandar callar a algún alumno que intenta
apropiarse del conocimiento de otro a ver si así puede salvar el dichoso
temario con su correspondiente nota, en fin, cosas que suelen pasar. Además de
eso, el profesor observa como una de las alumnas realiza movimientos algo
extraños, poco apropiados para la realización de un examen de science, nada de
lo que tiene en la cajonera debería servirle para salir airosa de esta prueba.
Al terminarla, uno de los alumnos se acerca a la mesa del profe (así nos llaman
de manera afectuosa) para hablar, le cuenta sin ningún tapujo que V.M ha
copiado durante el examen, que tenía el libro en la cajonera y estaba abierto
por una página en la que casualmente había una tabla que también aparecía en el
examen para rellenar.
El maestro se para a pensar décimas de segundo y analiza:
P.L (sujeto que habla ahora mismo con el profesor explicando lo
ocurrido) se sienta al lado de V.M, por lo que efectivamente si esto hubiera
ocurrido, lo habría visto. Además, esos movimientos de los que se percató el
maestro son a los que P.L se refiere.
Esas décimas de segundo pasan y el profesor vuelve a la realidad
del aula cuando F.G, que ronda cerca de la mesa, dice en alto: ¨ ¡Eres un
chivato! ¨ .
Locura desatada, ahora aquello que debería haber quedado entre los
sujetos participantes, forma parte del jolgorio que de normal hay en clase
después de un examen.
Ni corto ni perezoso, el profesor recoge los exámenes y con las
mismas sale por la puerta dejando una clase de quinto ¨arrancándose las
cabezas¨ y verbalizando todo tipo de sandeces.
Aquí es donde entro yo en acción, mi compañero antes de salir de
clase le hace saber a la alumna que ya hablarán, en un tono algo amenazador. A
continuación sale, me explica brevemente lo ocurrido y desaparece por el
pasillo…mi cara era un poema en ese momento, cruzo el marco de la puerta y el
panorama es el siguiente: V.M (la copiota como algunos la llamaban) llorando,
P.L (el chivato llamado por otros) defendiendo su postura con un tono bastante
elevado de voz y F.G (el cotilla según otros tantos) moviendo masas, el resto
andaban como pollos sin cabeza en esa clase tan pequeña y agobiante, unos
aprovechan para gritar por la ventana a los compañeros del patio, otros, que
aun no saben lo ocurrido, gritan que alguien se lo explique…en fin, una estampa
digna de ver.
Yo, que me disponía a dar mi clase de Lengua tranquilamente un
lunes en las primeras horas de la mañana…
Al ver ese caos, entro como puedo, pido silencio y espero a que me
cuenten lo ocurrido con distintas versiones no solo de los principales
participantes de este embrollo.
Como ya he comentado anteriormente, llevo unos días prestando más
atención a la comunicación verbal y no verbal, y en vistas de que este tema es
algo que hay que trabajar de manera profunda para poder calmar un poco el
ambiente y que los sujetos se puedan expresar además de hacerlo también el
resto de la clase, decido que la hora de lengua y el tema de los nexos que es
lo que tocaba para ese día, pasen a un lado para poder trabajar con ellos
aquello que en ese momento les está perturbando.
Para comenzar pido silencio de nuevo, animo a cerrar los ojos y
relajarse por un momento apoyando la cabeza sobre sus brazos en la mesa, durante
esos segundos silenciosos les pido también que reflexionen sobre lo ocurrido,
que se paren a pensar en las diferentes posturas allí tomadas. Aprovecho para
recapacitar yo también en cuanto a posibles vías de solución efectivas, no se
me ocurre una solución mejor que el diálogo.
Pasan dos minutos aproximadamente y comienzan a mirarme, nos
reincorporamos.
Les pido que aparten las mesas y sillas a los lados, nos vamos a
sentar en el suelo en un círculo.
-
¿Para
qué, profe? Preguntan algunos curiosos..
-
Ahora
veréis, respondo.
Una vez sentados y expectantes lanzo una pregunta, quiero ver sus
reacciones.
-
¿Sabéis
lo que es la comunicación asertiva?
La mayoría contestan que no, F.G (al que ya conocemos y le han
catalogado como cotilla) habla, él siempre habla, además no suele respetar
turnos de palabra, no escucha y siempre da su punto de vista, su respuesta en
este caso nada tiene que ver con la realidad por lo que paso a explicarlo.
-
Una
comunicación asertiva se basa en una actitud personal positiva a la hora de
relacionarse con los demás, consiste en expresar opiniones y valoraciones
evitando descalificaciones, reproches y enfrentamientos. Es el modo adecuado
para interactuar con personas.
-
¿No
insultar? Me responde uno de ellos…
-
Creo
que la profe dice que no hay que pelearse.
-
Es
que antes nos hemos estado peleando, comenta otro con un tono algo más bajo.
Se dan diversas opiniones al respecto y todos coinciden más o
menos en lo mismo, participo en esta parte únicamente para animar a los que
están un poco más parados o pensando en otras cosas. Aprovecho para preguntarle
a L.D a su opinión (normalmente no participa de estos diálogos), todos estaban
presentes y es importante que todos se expresen, les digo.
Una vez comentadas las respuestas propongo que hablemos sobre lo
ocurrido en la clase anterior, les recuerdo que somos un grupo, somos amigos y
es normal que estos conflictos se creen. Incido en normas muy claras para
respetarnos y poder tener esa comunicación asertiva de la que hemos hablado.
Las normas principalmente se basan en evitar insultos como ellos
han dicho, evitar también enfrentamientos y reproches e insisto en respetar el
turno de palabra y no interrumpir continuamente, les aliento también a
participar y poder dialogar, este es un hecho ocurrido en clase que nos puede
ayudar a recapacitar y a trabajar pequeños conflictos que nos vayan surgiendo
en el día a día.
La comunicación está siendo fluida, cada respuesta es comentada,
debatida, completada por los compañeros hasta que se centran en otra que surge
o que yo realizo (preguntas de andamiaje), estas preguntas son del tipo, ¿cómo
creéis que ha sido la actitud de V.M? y ¿de P.L?, ¿qué significa para vosotros
la amistad?, ¿qué es la lealtad?, ¿creéis que alguien debe pedir perdón?.
Cabe destacar que debo mediar recordando continuamente la norma de
no interrumpir, es la que más se les olvida.
Conductas y estrategias de los dos casos especiales:
·
Apático:
actitud indiferente, evita participar en las actividades.
Estrategias: crear
un clima favorecedor, fomentar su participación sin agobiarle, pedirle opinión,
dar reconocimiento y refuerzo positivo.
·
Irrespetuoso: no escucha, habla continuamente
para dar su punto de vista, no respeta.
Estrategias:
previamente se ha hablado con él sobre lo que ocurre, se han pactado ciertas
condiciones. Elogiar la participación si es oportuna y mostrar con un gesto
"ya es suficiente", además se le dará atención positiva cuando al
finalizar la clase su actitud haya sido coherente.
Mi postura en todo momento se basa principalmente en escuchar y observar
al grupo, cabe destacar que se deben cuidar las correcciones hacia el alumnado,
es decir, hay que considerar el esfuerzo de quien interviene y sus
aportaciones, apoyar el progreso y mostrarse abierta a dudas o inquietudes que
puedan surgir.
Otra función será evaluar a los estudiantes, este conflicto me ha
servido para realizar dicha evaluación mediante la observación directa
utilizando una escala de estimación numérica. Se tendrán en cuenta aspectos
como la participación, la coherencia…
CRITERIO
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1
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2
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3
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4
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Participa de forma activa.
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Escucha las opiniones de los demás
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Habla de forma coherente y educada.
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Respeta opiniones contrarias a la suya
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1: Nunca 2: A veces 3: Frecuentemente 4: Siempre
En definitiva se puede decir que, el papel del maestro en este sentido se basa entre otras cosas en crear situaciones
significativas o como en este caso, aprovecharse de ellas para potenciar y
ejercitar la competencia lingüística, retroalimentando positivamente los puntos
fuertes y mejorando los débiles. Esta competencia nos va a permitir poseer los
recursos necesarios para participar de la vida en sociedad e interactuar
mediante el lenguaje, satisfaciendo así las necesidades personales,
profesionales y sociales.
REFERENCIAS:
Álvarez Álvarez, C. (s.f.). El valor pedagógico del diálogo en
el aula. Recuperado 20 de febrero, 2019, de https://www.academia.edu/30307364/El_valor_pedagógico_del_diálogo_en_el_aula
Apuntes de la asignatura
El diálogo:
la mejor estrategia para resolver los conflictos dentro del aula. (2014, 22
octubre). Recuperado 18 febrero, 2019, de https://eligeeducar.cl/el-dialogo-la-mejor-estrategia-para-resolver-los-conflictos-dentro-del-aula
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Técnicas de
comunicación asertiva. (2017, 30 agosto). Recuperado 18 febrero, 2019, de El
diálogo: la mejor estrategia para resolver los conflictos dentro del aula.
(2014, 22 octubre). Recuperado 18 febrero, 2019, de https://eligeeducar.cl/el-dialogo-la-mejor-estrategia-para-resolver-los-conflictos-dentro-del-aula
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Vaello Orts,
J. "Cómo dar clase a los que no quieren". Editorial Grao (2011).